Ceder es recuperar la libertad. Es afirmar la propia grandeza por medio de la humanidad de reconocer que somos humanos y fallamos y que no siempre tenemos la razón. Es abrirse a un diálogo constructivo y enriquecedor con los demás para descubrir lo que puedo aprender de ellos.áCeder es reconocer tu disposición a aprender. Sin esa disposición, poco o nada podrás hacer en el camino de la vida. El que está inseguro de si mismo necesita afirmarse sobre los demás para confirmar su propia (y falsa) grandeza. El que conoce su propio valor sabe ceder y no se siente menos por el hecho de hacerlos. Es feliz tal y como es.