Los inolvidables personajes de Joel y Citroen fueron creados por Boris Vian a la medida del estremecedor delirio al que él cree que conducen, por un lado, la dominación materna, y por el otro, el inevitable conflicto entre la vida infantil y la tiranía familiar y social. También se sirve del siniestro Jacquemort, un psicoanalista en busca de pacientes, para satirizar tanto el enloquecido mundo de los llamados cuerdos como el psicoanálisis y el existencialismo, tan en boga en los años cuarenta y cincuenta. El arrancacorazones pertenece al ciclo de novelas escritas entre 1947 y 1953, un ciclo en el que Vian parece decantarse finalmente por un mundo lleno de fabulación poética y de fantasía, pero también de tensión y violencia, en el que la experiencia de los niños desafía los valores de los adultos.