Los acuciantes problemas de la transición socialista en Cuba constituyen una parte importante del legado teórico dejado por el Che, al plantear su estudio desde la política y la economía, con el fin de preparar las bases sólidas que permitieran consolidar la Revolución desde una perspectiva propia, al considerar que, uno de los saltos mayores y un mérito de Cuba había sido construir su futuro sobre experiencias particulares, fuera de todo encasillamiento mecánico.