Uno de los requisitos para enfrentar con éxito los desafíos de la vida moderna es, sin duda, la formación de mejores habilidades de respuesta. Los seres humanos aprendemos desde pequeños a vivir con optimismo o pesimismo, con fe o desesperación, con alegría o con angustia. Las consecuencias de enfrentar la vida de una u otra manera son cruciales. Esta área tan importante de la educación no debe quedar a merced de las circunstancias personales o del aprendizaje accidental.
El módulo "Despierta a la vida 1: Me descubro" permite formar a nuestros hijos e hijas, de manera sistemática, en la habilidad de enfrentar los problemas de la vida con un sentido más constructivo. Para ello es de gran importancia su estilo explicativo de la realidad, y la relación que establecen entre ambiente y comportamiento. Su aportación, por tanto, es clave para la formación del hábito de la persistencia o la tenacidad, cualidades esenciales para alcanzar las metas y ser personas exitosas.
Además del aprendizaje para superar la adversidad, el estudio del optimismo realista ofrece elementos que permiten generar una gran dosis de energía y entusiasmo para iniciar un proceso sostenido de desarrollo humano. Es una puerta digna, alegre y esperanzadora hacia el crecimiento ilimitado, que abre el plan general considerado en el programa.
Y es justo por eso que este módulo se encamina a guiar a su hijo o hija, desde su "despertar a la vida" en este proceso de crecimiento personal. Los padres y madres de familia juegan un rol vital en 61: de su esfuerzo, amor y creatividad dependerá el éxito que se obtenga en su aplicación.
Cada objetivo inicia con una narración o aventura. El personaje central es el pollito Toqui (que representa a cada uno de los niños y niñas), quien, por medio de juegos y actividades creativos propios de su edad y adecuados al programa escolar, aprende a descubrir el potencial que la vida le ofrece y cómo utilizarlo.