ARGELIA DEL CARMEN MONTES VILLALPANDO
La poesía estimula la imaginación; es un acto de creación de mundos imaginarios sin reglas de credibilidad, percepción de lo verdadero, leyes suspendidas por el lector en la acción de leer -invitado por la fe poética a penetrar en ese universo-. Con ello es posible inmiscuirse en el acto de interacción del autor con el lector, la forma en que se ha creado el elemento poético y la percepción artística, momento de mayor valía para el poema.áAsí, entonces, es en los textos de poesía lírica náhuatl (cuicatl, ´cantos´, ´poemas´, y huehuetlatolli, ´consejos´), de la época prehispánica -en la Cuenca de México-, donde se identifican y analizan los recursos estilísticos que conllevan a reconstruir el ciclo de vida de la mujer común de esa sociedad. En este caso, las modalidades expresivas de esa producción literaria llevan a comprender ese todo social y cultural.áEn un afán de indagar acerca de la existencia pretérita, los autores -un eminente escritor, filósofo y catedrático, en conjunción con una presunta literata e historiadora- se dieron a la tarea de escudriñar el sentido de los poemas y consejos que dieron sentido a una etapa de la historia de México.