La baja escolaridad de la población y la baja calidad de la educación que reciben los mexicanos en los escasos años que pasan en el aula constituyen el principal problema que enfrenta nuestro país. Históricamente el análisis de la problemática educativa de México se ha centrado en la parte de la oferta educativa: los maestros, las instalaciones escolares, la currícula, las técnicas pedagógicas, etc. Tan importante como la oferta educativa, sin embargo, es la demanda educativa, es decir, lo que cada estudiante trae consigo al incorporarse al sistema educativo y lo que le permitirá transitar exitosamente por el sistema hasta graduarse de la universidad. Cómo cambiar historias aborda precisamente esta segunda cara de la moneda analizando la importancia de la detección temprana de talento, de la formación de expectativas, de contar con modelos a seguir y del financiamiento requerido para poder cubrir el costo de oportunidad de permanecer en la escuela. La filantropía puede jugar un papel muy importante en cada uno de estos rubros. Con datos y ejemplos concretos, Cómo cambiar historias nos muestra que hay espacio para involucrarse en acciones que ayuden a que más personas puedan cambiar su destino y el de sus familias a través de una mayor educación.