En los últimos años, y a consecuencia de las luchas feministas a favor de la igualdad entre los sexos, asistimos a cambio que afectan no sólo a la vida cotidia de las mujeres sino también a los modos habituales de ser de sentirse hombres en nuestras sociedades. Aunque el lastre de la masculinidad tradiciol sigue siendo aún de los privilegios de la domición masculi, comienzan a emerger otras maneras de ser hombres ue buscan la convivencia, en igualdad y desde la diferencia, con las mujeres. En este libro se alizan cómo se enseña y cómo se aprende a seer hombres en los diferentes contextos de la vida huma (familia, usos del lenguaje, escuela, grupo de iguales, medios de comunicación...) y cómo intervenir en esos contextos con el fin de modificar los estereotipos sexuales y las actitudes vinculadas a la masculinidad hegemónica. Estas págis se detienen de u forma especial en el análisis de la masculinidad en el ámbito escolar, indigar sobre la construcción de la masculinidad en las escuelas e Institutos constituye u urgencia ética y estratégica ineludible en los contextos pedagógicos comprometidos con la igualdad entre los sexos. Y no sólo a favor de las chicas sino también, y a la vez, a favor de los chicos. Educar a los chicos en la ética del cuidado de las persos, en el aprendizaje de las tareas asociadas convenciolmente a las mujeres, en el aprecio de los saberes y de los estilos femininos y en la oposición a cualquier tipo de violencia simbólica, psicológica y física contra las mujeres (y contra otros hombres) constituye uno de los caminos más idóneos en la aún lenta andadura hacia u mayor equidad entre las persos.