Hamida es una joven que ambiciona casarse con un rico comerciante que la rescate de su mísera existencia. El modesto barbero Abbas estaría dispuesto a todo por ella, pero por mucho que la corteja no consigue conquistar su codicia. A Kir-sha, el dueño del café del barrio, su inclinación por los muchachos le lleva a tal punto que ya no le importan los escándalos que provoca su lujuria, y la viuda Afifi, madura y sola, se reúne con la casamentera en busca de un joven que caliente su cama por las noches. Todo ocurre en el callejón Midaq, en pleno centro de El Cairo, donde una moderna radio ha sustituido al viejo poeta que recitaba el Corán. Allí todos comparten su tiempo, mientras la miseria convive en silencio con el amor y la desdicha.