Bodas de sangre se estrenó el 8 de marzo de 1933 en el Teatro Beatriz de Madrid por la Compañía de Josefina Díaz de Artigas y Manuel Collado y con dirección artística de Eduardo Marquina. Federico García Lorca es entonces un escritor reconocido, muy valorado como poeta y con grandes deseos de triunfar en el teatro, género hacia el que, desde sus obras juveniles, mostró una especial inclinación. La obra es bien recibida por el público y la crítica, al día siguiente, ABC se refería al acierto de actores y actrices, a la adecuación de los decorados y a la profundidad del texto, señalando que ?el autor fue requerido en casi todos los cuadros y una vez durante la representación, en uno de los parlamentos más poéticos?. Esos elogios fueron generales con apenas alguna opinión disonante. Lo mismo ocurrió cuando, en mayo, la Compañía la presentó en el Teatro Poliorama de Barcelona.
