En el mundo natural, la muerte acecha en cada rincón. La tierra, el agua y el aire están llenos de criaturas letales, dotadas con las armas más eficaces: colmillos, garras, pinzas, venenos y hasta líquidos pegajosos y quemantes, que usan para conseguir presas o defenderse. Incluso los humanos corremos peligro si nos adentramos en sus dominios sin precaución. Sin embargo, su ferocidad es esencial para el equilibrio de la naturaleza.áUn libro que muestra los mecanismos de defensa más sorprendentes de los animales letales.