Mélida Anaya Montes, comandante Ana María, hizo de la revolución una pasión popular, un poderoso sentimiento colectivo. Este libro, que con gran sensibilidad regresa sobre sus pasos para devolvérnosla a través de su propia voz y de múltiples testimonios, se acerca a su historia personal, desde su temprana vocación por la pedagogía, hasta su madurez y experiencia como líder gremial y luchadora social.áMélida dotó al movimiento revolucionario de una visión integradora que defendía la lucha política y la armada como estrategias complementarias; pero su mayor aporte fue quizás el de colocar al ser humano y sus necesidades cotidianas en el centro de su proyecto liberador. Su muerte no opaca su legado; la ilumina y la reafirma como uno de los íconos de la mujer revolucionaria en El Salvador.