Solo la muerte o la cárcel son capaces de arrancarles su poder Los «grandes» líderes sindicales de México son lo que parecen ylo que aparentan: viejos dictadores, caciques depredadores, cínicosderrochadores. Una relación perversa con el poder les ha permitidoforjar una gerontocracia tan profundamente antidemocrática queno admite crítica, y se adapta a cualquier escenario, situación oideología. Por ellos, en México parece practicarse una sola políticalaboral: la del cinismo, abundancia para unos cuantos privilegiados; pobreza, carestía e inflación para los más.Los amos de la mafia sindical rescata ocho historias de largaduración que muestran no solo a los ocho dirigentes más poderosos del país, sino las perversiones y deformaciones de una burocracia sindical que se queda con la enorme fortuna de las cuotas de sus agremiados, sobre las cuales no hay transparencia ni control. Y aunque hay varios más, estos ocho pintan la triste y compleja historia de una realidad.