Siguiendo a un extraño conejo blanco, vestido muy elegante con chaleco, que se mete presuroso en el hueco de un árbol, Alicia cae en un mundo rarísimo, poblado por seres maravillosos. Ahí están el Dodo que organiza una disparatada carrera en círculos, el Sombrerero Loco y su fiesta de No cumpleaños, el Gato de Cheshire, al que sólo se le ve la sonrisa, la gorda oruga azul, la falsa tortuga y muchos otros, cada uno de los cuales tiene algo que decir a su nueva amiga. Recorriendo este mundo de maravillas, Alicia va a dar a los dominios de la terrible Reina de Corazones, que juega al criquet usando flamencos como bastones, y cuyos guardias en realidad son cartas de la baraja. Pero la Reina también tiene algo que decir, y esto es: ´¡Que le corten la cabeza!´.