Este segundo libro de Alicia es una continuación del primero. Si en el primero Alicia tomaba contacto con el mundo de los adultos, en el segundo ingresa en él. Al ?atravesar el espejo?, Alicia está atravesando el umbral de su niñez. El mundo que le espera -al otro lado. es, a la vez, igual y radicalmente distinto al suyo propio. Tal como observa Martin Gardner, ?en un espejo. .. todos los objetos asimétricos van en dirección contraria?. Se produce, a lo largo de la narración, una inversión de la realidad. Para llegar donde está la Reina Roja, Alicia camina hacia atrás, Alicia reparte el pastel del León y el Unicornio y después lo parte, Alicia contempla el mundo de los adultos no como la ?realidad?, sino, lo contrario, como una inversión de la realidad. Para entender esta -inversión. es preciso echar mano de dos palabras definitorias en el idioma inglés. Se trata del common sense y, de su opuesto, el nonsense. La sociedad victoriana estaba basada en unas normas de conducta que nacían del sentido pragmático del pueblo inglés, de su common sense. Pero estas normas, vistas a través de los ojos inocentes de una niña, aparecen desprovistas de su sentido común, resultan ser totalmente convencionales y arbitrarias.