A través de la experiencia docente hemos observado la práctica mecanizada en el empleo del álgebra, lo cual ha llevado a los estudiantes a memorizar pero no a comprender en su plenitud los problemas que se les planteen para su resolución. Es por ello que consideramos necesario que quienes se acerquen al estudio del álgebra lo hagan por medio del desarrollo del razonamiento matemático para lograr su comprensión, lo cual contribuirá en su formación profesional, pues ésta podrá utilizarse como una herramienta que les permitirá accesar a otros niveles de conocimiento. Para llegar a este razonamiento es preciso comprender cómo funcionan las operaciones y cuál es el significado de las expresiones, es decir, es preciso comprender el lenguaje algebraico. Debido a que la obra pretende ayudar a los estudiantes a descubrir la utilidad de la aplicación del álgebra es necesario que quienes se dirijan a su estudio lo hagan con una actitud abierta a fin de razonar cada uno de los procedimientos empleados para la solución de los problemas propuestos, lo que permitirá descubrir el pequeño gran secreto del álgebra razonada.